giovedì 3 gennaio 2008

Adaptación para Cine

El caballero de las nubes.

Hechos antecedentes.
Año 2500: la humanidad se debate en el caos, el mal se extiende por todo el mundo y el curso de las estaciones también se ha revuelto. La ciencia ha hecho pasos de gigante y nuevas invenciones han revolucionado la vida de los humanos, pero el mundo está en las manos de un dictador que posee un arma de enorme potencia, capaz de destruir la humanidad entera en poco menos de un minuto. La Onu se demuestra ya incapaz de garantizar la paz y numerosos conflictos ensangrientan Africa y Medio Oriente.
Un día uno de los científicos que trabajan por el dictador hace un descubrimiento espantoso en el corazón de la tierra, donde ha conseguido penetrar con su equipe a bordo de un vehículo especial: ahí arde un gran fuego que echa chispas luminosas que se convierten en diablos que se rien burlones y huelen a azufre. De improviso una voz retumba y hace vibrar el vehículo, anunciando que el fuego gigantesco es Apoliom, dios del mal, y que la maldad de los hombres está alimentando siempre más la llama hasta que la tierra será englobada y los humanos morirán asfixiados por el azufre. Las chispas luminosas son los hashek, sus fieles servidores, que tienen la tarea de incitar los hombres a hacer el mal. De repente Apoliom echa una llamarada de fuego que enrolla al vehículo, reducido ahora a un montón de cenizas. Las búsquedas del científico resultarán vanas y nadie sabrá nunca del espantoso monstruo que arde en las vísceras de la tierra. ¿ Y si de verdad la tierra estuviera a punto de ser completamente destruída? Mientras tanto, en una familia bien de una rica ciudad americana acaba de nacer un niño de piel blanca y rosada, y su nacimiento es acompañado por una inexplicable eclipse de sol. El niño se llamará Therion y su madre está convencida que un día se convertirá en un hombre potente.
De noche un hoshek enviado por Apoliom se apodera de la mente de Therion: la mañana siguiente, mientras mama, el pequeño chupa el pezón de la madre hasta hacerlo sangrar, y después de pocos días destruye todos sus juguetes gritando como un loco. La madre, aterrorizada, se dirige a un religioso que vive en la clandestinidad, pués la religión es decaída y mal considerada por las autoridades. El hombre no tiene dudas: como hace dos siglos Cristo había bajado sobre la tierra para salvar a los hombres, así ahora Therion ha venido para hacer triunfar el mal sobre la tierra.

Therion tiene 25 años. Es un chico fascinante y tiene grande inteligencia y misteriosas facultades. Una noche, en uno de esos bares suspendidos en el aire, alcanzables con coches voladores, encuentra a una chica y la invita a tomar algo; usando su capacidad de leer en el pensamiento descubre que es la hija del dictador, la seduce y consigue hacerse invitar a la residencia de su padre durante una fiesta con todos los dueños de la tierra. Aprovechando la atmósfera de fiesta, Therion consigue burlar la vigilancia y entra en la habitación donde está custodiada la maleta que contiene el ordenador que controla los dispositivos de la super bomba, con la cual el dictador tiene en su poder el mundo, y se apodera de ella: ahora la marcha de Therion hacia el poder absoluto es imparable.
Mientras en la tele afluyen las imágenes de la boda de Therion con la hija del dictador en la ciudad llamada Forteza, poblada por los Ammis, el pueblo de Dios, que Therion ha exclavizado pues entre ellos había nacido el Salvador de los hombres, Abdi, un hombre de 40 años, descendiente de una familia de Ammis, y su mujer Basty comentan afligidos la increíble subida al poder de Therion. Después Abdi va a la biblioteca y abre por casualidad un libro y lee algunos pasajes acerca de una batalla catastrófica en la tierra. Hacia la medianoche, mientras está enfrascado en la lectura, Abdi tiene la extraña sensación de que alguien le esté siguiendo y de improviso caen las tinieblas y después un relámpago deslumbrante ilumina la habitación. Basty ha desaparecido y por teléfono su hija Taines desesperada le dice a su padre que alguien ha raptado a su hijo. Por la tele se ven escenas de pánico. Algunas misteriosas desapariciones están provocando incidentes de aviones y por todo el mundo ocurren desastres. Algo horrible y misterioso está ocurriendo: ¿Y si fuera obra del pérfido Apoliom que está a punto de ejecutar su plan diabólico de vencer a los seres humanos?
Abdi, desanimado, oye de improviso una voz que le llama: detrás suyo una figura de gigante con aspecto terrífico le lleva lejos del planeta tierra en un lugar lleno de luz, poblado por extraños seres, conduciéndolo delante de un hombre sentado en un trono y rodeado por unos ancianos, que tiene un libro enorme en sus manos. Un hombre de aspecto bueno y gentil se acerca a Abdi y le anuncia que está delante del Gran Almirante y que ese libro está cerrado en los lados por 7 sellos que de uno en uno serán desenlazados para consentir la lectura integral del gran testamento de la herencia universal.
Anunciada por un toque de trompetas, la apertura del primer sello determinará la conquista definitiva del poder por parte de Therion, que hará aún más cruel la persecución contra los Ammis, el pueblo elegido. Con la apertura del segundo sello un caballero rojo se dirige hacia la tierra con el objetivo de hacer estallar una nueva guerra mundial y Abdi se encuentra repentinamente en un pueblo donde el colapso de la economía ha dejado la gente a pasar hambre, obligándola a trocar cualquier cosa por un trozo de pan. El acompañante de Abdi le comunica que ya se ha abierto el tercer sello que causará el agotamiento de los productos alimenticios en la tierra. Poco a poco se abren los demás sellos: animales feroces invaden la ciudad y devoran un cuarto de la población, y una serie infinita de desastres ecológicos trastornan definitivamente al planeta, envuelto por una gran obscuridad.
Mientras tanto Abdi, sobrevivido milagrosamente a los cataclismas pasea entre detritos y cadáveres y asiste a escenas lastimosas: una mujer, intentando sacar a su hijo de los escombros le destaca un brazo, el ejército fiel a Therion está desorientado y todos esperan que de un momento al otro la tierra se desintegre.
En su mega edificio construido en la punta de una montaña que domina la ciudad de Forteza, Therion mira en sus grandes pantallas todas las imágenes de destrucción por todo el mundo y le envía a Apoliom una petición de ayuda, y éste suelta una multitud de hoshek listos a enfrentarse a la llegada inminente sobre la tierra del Gran Rei, hijo del Gran Almirante.
Tras la apertura del último sello que causa una atmósfera de gran terror sobre la tierra, el Gran Almirante abre el libro del Juicio Universal: un fuerte viento empieza a soplar y un tercio del planeta es destruido por una granizada espesa y pesada; de improviso un grupo de langostas voraces devora todo lo que encuentra y un rayo incendia la residencia de Therion, que sobrevive por milagro pero ve a su bella mujer y a su hijo morirse envueltos en las llamas. Lleno de ira desencadena a sus hoshek que exterminan los pobres Ammis ya cansados por los flagelos terribles que no les dan tregua; un grande ejército se ha reunido cerca de la forteza listo para combatir contro el Gran Rei que viene en un caballo blanco con su cortejo: una grande luz rompe los cielos y nada puede hacer el ejército de Therion cuyas armas son inútiles contra la bajada del Gran Rei.
Viendo eso, los hombres empiezan a aclamarle y las fuerzas del mal se retiran impotentes. En un gesto desesperado de desafío, Therion intenta herirlo con una espada afilada, pero muere en duelo. Abdi asiste incrédulo a lo sucedido, y entre la gente acudida a honrar al ganador, ve a personas que creía definitivamente desaparecidas y encuentra a una mujer que se parece a su mujer Basty. De hecho: ¿donde estaba su mujer? Quizás era rehén de Apoliom, ¿o ya estaba muerta? También el maestro que le ha acompañado en su viaje ha desaparecido. La tierra encuentra un poco de paz, rueda otra vez como de costumbre entorno al sol y las estaciones hacen otra vez su curso regular. El Gran Rei establece un reino de paz y los seres humanos sobrevividos a la Apocalipsis se dedican a la recostrucción de sus ciudades. Mientras, Abdi erra en la ciudad de Forteza en búsqueda, sin éxito, de Basty y abatido vuelve a su ciudad, pero halla su casa vacía.
Inexplicablemente la temperatura sobre la tierra se hace calentísima y una gran sequía afecta al planeta; las poblaciones son agotadas pero las dudas de Abdi desvanecen con la aparición del maestro que le anuncia la batalla final entre el Gran Almirante y Apoliom: de hecho, el grande fuego que arde en el centro de la tierra está llegando a la superficie y una vez más Abdi, él mismo, será el testigo de cosas extraordinarias que van a ocurrir; con su fiel acompañante hace un viaje hasta el infierno donde conoce a la Muerte que viene ejecutada con la espada resplandeciente y afilada del Gran Rei. Junto al cortejo que le acompaña, Abdi vuelve a la residencia del Gran Almirante que prepara la batalla final contra Apoliom: ¿cómo será posible destruir el gran fuego?
¿Serán suficientes todas las aguas de los océanos para apagar las llamas del mal que lamen al pueblo de los justos? El Gran Almirante, riendo divertido por las dudas de la asamblea que le circunda, ordena a todos los océanos de apagar el fuego de Apoliom que ya ha llegado a la tierra, hasta que él en forma de dragón, es encadenado en un pozo profundo, donde se quedará por la eternidad. Abdi, que ha asistido a la escena del enfrentamiento final entre las fuerzas del bien y del mal, y terriblemente sudado por el increíble calor producido por Apoliom, cojido por las convulsiones se agita gritando el nombre de Basty, que acude y le encuentra dormido sobre un libro: el hombre se encuentra en la biblioteca de su casa con el libro de la Apocalipsis abierto, abraza a su Basty y se da cuenta que sólo ha sido un sueño, ¡quizás revelador!

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